Arquitectura en positivo hacia el futuro

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Sobre un fondo negro, sin brillos, se extienden una serie de piezas de cartón pluma. En realidad, se extienden pequeñas muestras de edificios del futuro, en sí, grandes edificaciones en pequeñas proporciones, concentradas ahora en apenas una lámina para la exposición “Arquitectura en Positivo”, organizada por el Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España (CSCAE) dentro de la feria Veteco, el Salón Internacional de la ventana y el cerramiento acristalado, en el pabellón número 8 de Ifema.

 

Esta muestra concentra propuestas para viviendas unifamiliares, edificios sociales en los ensanches de grandes ciudades, como Barcelona o Madrid, pero con un toque distinto, museos de arte digital, teatros, institutos, ayuntamientos, plantas de uso industrial… hasta un Centro de Promoción del Cerdo Ibérico. Todos ellos se proponen sorprender al propio espacio desde el diseño, en consonancia con el entorno, sin olvidar la apuesta por las energías renovables y demás sistemas de ahorro energético. De gran impacto visual, estas obras bien merecerían adquirir tres dimensiones en cualquier diseño. Sin embargo, aquí, en Veteco, desafían a todos aquellos que se muestran escépticos en cuanto al estado del sector de la edificación en España.

 

Jardines verticales, escaleras colgantes en medio de una típica casa andaluza, rehabilitación de medianeras para crear espacios comunes de usos múltiples, diseños de inspiración aeronáutica… Todas estas propuestas, elaboradas por arquitectos españoles, exploran nuevas formas de habitar el espacio jugando con las formas, los volúmenes y los materiales, superando la topografía del terreno y rompiendo con los convencionalismos. Y es que, pese a la crisis, los arquitectos aún mantienen una actitud positiva y creen en lo que hacen.

 

Sin embargo, lo que más sorprende no son ya sus formas, sino sus fechas de finalización del proyecto: casi todas en 2012, porque podría pensarse que ideas tan atrevidas están condenadas a ser aplazadas sucesivamente y encadenar un retraso con otro, más aún en un contexto como el actual. Pese a ello, ahí están, algunas a punto de finalizar, y otras con el punto de mira en 2014, pero demostrando que la originalidad aún es clave para conseguir la puesta en marcha de un proyecto.

 

Poco después de las 14h del 10 de mayo, multitud de personas se concentraban en torno a este stand, que se erigía casi como un micro espacio aparte dentro del pabellón nº 8. De repente, un micrófono y fotógrafos. Es la entrega de diplomas para aquellos arquitectos que continúan apostando por el diseño y la innovación en los tiempos en que nadie quiere hablar de construir edificios. Sin embargo, ellos se han arriesgado y han resultado merecedores de este diploma, que ahora recogen, tímidos pero sonrientes, en sí, decididos, porque en un contexto difícil ellos aún están dispuestos a pensar en crear espacios para la vida y se merecen una foto que dé testimonio de ello. Después, comentan entre sí sus proyectos, acompañándose de una copa de vino o una cerveza y algún que otro canapé. Hablan de las ciudades del futuro, de los edificios por venir.