Casa Decor recupera un edificio de principios del siglo XX para celebrar su 20º aniversario

Actualidad

Veinte años más tarde, Casa Decor ha conseguido alzarse como referencia internacional en lo relativo a decoración, diseño y arquitectura, tal y como se proponía en sus inicios. Más allá de ser un evento social que aúna a profesionales, firmas comerciales y público general, se ha instituido como una plataforma desde la cual impulsar el networking y visibilizar la labor de los profesionales españoles en estas áreas.

 

En sí, se alza como una oportunidad única para ver y tocar productos y materiales singulares y para conocer la puesta en pie de un proyecto de interiorismo desde el inicio. Tras su edición de mayo-junio en Madrid, Casa Decor aterriza ahora en Barcelona para presentar la Casa Carrer d'Aragó 271, un edificio antiguo recuperado para la celebración de este evento, como un contenedor moderno que no olvida la historia. 

 

Y es que lo que se instaura como la seña de identidad del funcionamiento de este evento es la localización de un edificio emblemático de la ciudad para convertirlo en el protagonista de la edición a través del trabajo de cientos de profesionales del interiorismo, la arquitectura y la decoración, que se encargan de rehabilitarlo, con la colaboración de artistas, otras empresas y galerías de arte, de manera que la labor llevada a cabo durante los meses previos culmine en la inauguración y en el mes de exposición. Así, impulsa el desarrollo conjunto de soluciones para hacer las construcciones más habitables. 

 

En estos 20 años de trabajo ininterrumpido marcando tendencia, Casa Decor ha transformado 45 edificios, ha decorado un total de 232.236m2,  distribuidos en 1.879 proyectos realizados, y ha aglutinado a 2.227 profesionales, 2.520 empresas y 1.943.322 visitantes y, lo que es aún más importante, continúa teniendo planes de futuro.

 

Del 8 de noviembre al 9 de diciembre, Casa Decor te espera en el Quadrat d'Or en la Casa Carrer d'Aragó 271, un edificio construido en 1900, en el que su fachada clásica contrasta con las modernas y funcionalistas líneas que predominan en su interior.