¿Cómo vestir las ventanas de tu ático?

Áticos

Los grandes ventanales suelen ser una de las características más reseñables (y buscadas) en este tipo de viviendas, que se abren al exterior procurando gran cantidad de luz natural. Ello, pese a ser una gran ventaja, nos obligará a dar con la mejor opción para procurar que esta se maximice en algunos momentos y que se tamice en otros para conferir mayor privacidad y confort, al tiempo que nos permitirán hacer nuestras estancias más acogedoras. Su carcáter práctico y decorativo las convierte en uno de los elementos que mayor carácter confieren a nuestro ático, de ahí que hayamos analizado distintas opciones (cortinas, persianas, estores...), para que puedas valorarlas y elegir la que más se ajusta a tu ático y a tu estilo de vida. 

 

Las cortinas

Largas, cortas, plisadas, fruncidas, con distintos diseños, texturas, tamaños... las cortinas se alzan como uno de los mejores elementos para protegernos del sol y, al mismo tiempo, poner un toque de diseño en nuestro hogar. Su versartilidad nos permitirá optar por cortinas tipo visillos, estampados, de lino, de seda, con bordados... La elección dependerá de cuán tupidas busquemos que sean y de cuán atrevidos seamos con el diseño, atendiendo a los colores predominantes en la habitación y al mobiliario existente. Para salones, salas de estar y dormitorios se recomiendan texturas más pesadas mientras que las más ligeras se reserva para aquellas estancias en las que queramos procurar la mayor cantidad de luz natural, como en despachos y cocinas. La elección de las barras, rieles, colgadores... nos permitirán cuidar todos los detalles y ajustar la composición para procurar un mejor aprovechamiento del espacio.

 

Además de las cortinas de tela, encontramos cortinas plisadas, de oscurecimiento, metálicas, de madera, de bambú, venecianas de pvc... que nos permitirán jugar con la luz y combinarlas con las de tela. A su vez, también encontramos fabricantes que ofrecen cortinas diseñadas para procurar la máxima eficiencia energética, evitando que el calor se escape y que entre el frío (o el calor en invierno), pensadas especialmente para las zonas más elevadas de los edificios.

 

 

 

Los estores

Sobresalen como la fórmula perfecta para aquellos momentos en los que se busca atenuar la luz de la habitación pero sin perder luminosidad. Además de ser bastante resistentes a la decoloración, cuentan con distintas fórmulas (enrollable, de tipo paquetto, con una caída muy natural, con varillas...). Al igual que las cortinas, también los encontraremos translúcidos, estampados... Permiten, especialmente los de tonos más claros o tipo paquetto, combinarlos con cortinas.

 

 

Paneles japoneses

A su carácter exótico se añade su atribuida modernidad. Resultan especialmente prácticos y vistosos en ventanas altas, pudiendo combinar distintos colores y texturas para crear contrastes y darle un toque distinto y sofisticado al salón o al dormitorio principal, por ejemplo.

 

 

Cortinas de cristal

Aunque son en sí un tipo de cerramiento, adquieren el nombre de cortina. Estas láminas de vidrio templado, llamadas cortinas de cristal, nos permitirán cerrar la terraza o establecer una conexión entre el salón y la terraza gracias a su vertiente abatible. La sutileza y comodidad de este tipo de cerramiento conferirá gran distinción a nuestro hogar y nos permitirá combinarlo con alguna de las otras fórmulas y jugar con el espacio al mismo tiempo, pudiendo hacer que este se abra al exterior o que, por el contrario, se distancie del mismo sin perder vistas. 

 

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